Este Soy Yo
Pensemos en una cualidad que nos describa completamente, sin dejar de lado nada importante ¡Sólo una!
Ahora pensemos en cómo nos presentaríamos ante una persona que no conocemos, como nos vestiríamos: ¿Informal o formal? ¿Con jeans y una remera de algodón? ¿Traje? ¿Pollera? ¿Camisa? ¿Colores suaves o intensos?
Pensemos que esa persona, a primera vista, tiene que ver en nosotros esa cualidad que hemos descrito, esa palabra que hemos encontrado que nos representa ¿Difícil no?
De eso se trata nuestra imagen, nuestra marca. Se trata de lo que decimos al mundo de nosotros mismos, sin pronunciar palabra.
Solo sabrán de nosotros lo que vean, y eso que vean debe ser nuestra palabra mágica, lo que exprese aquello que nosotros creemos ser.
Una imagen con la que al verte pienses: “Éste soy yo.”
Será la imagen la que exprese sin palabras tu carácter, tu personalidad, y eso que querés mostrar de vos mismo.
¿Qué palabra te caracteriza?
En este punto cabe preguntarnos, si nuestro negocio fuese una persona:
¿Qué comportamientos o rasgos te gustaría que lo den a conocer? ¿Qué cualidades son dignas de ser admiradas?
Recordá que tu marca no puede ser un cuento inventado, tiene que dejar ver aquello que realmente sos. De lo contrario, puede ocurrir que generes en los clientes expectativas difíciles de cumplir.
Se trata entonces de identificar y construir una propuesta de valor única, que refleje tu mejor cualidad: ¡Sos único en el mundo! Tomando conciencia de esto, el paso siguiente consiste en descubrir qué podés aportar que otros profesionales no puedan, y lo esencial: cómo hacerlo, y cómo comunicarlo para marcar la diferencia.
El mundo y tu mente están llenos de ideas, está en tus manos ponerlas en marcha. Con esto queremos decir que, aun cuando tengas un diseño increíble y un plan de branding, si no lo echás a andar nunca podrás recoger sus frutos.
Crea una estrategia de marca completa, y una correcta comunicación de la misma: web, redes sociales, blog, plan de contenidos, eventos ¡Que donde sea que estés se note!